Pandoras Box. Siempre es un buen momento para una historia

Los comienzos del cine fueron un cúmulo de espectáculos, carpas de feria y shows de cabaret en los intermedios; una oportunidad de evadirse y de disfrutar de seducciones anteriormente prohibidas. Se crearon imágenes que hacían las delicias de los sentidos, y esa era su única pretensión. Y entonces, aproximadamente en 1906, el cine comenzó a contar historias y todo cambió.

En 2021, ¿el amplio sector audiovisual y, específicamente, los eventos exteriores a gran escala y los parques temáticos, se están acercando a un momento similar? ¿Uno en el que encuentre un narrador único y poderoso? Hay señales bastante claras de que esto va a suceder y de que la narración, y no los espectáculos, serán lo más representativo de nuestro sector en el futuro.

Progresión

Está claro que en todas las formas de arte se produce una progresión. Le sucedió a los Beatles cuando crearon el grandísimo Sgt. Pepper’s y utilizaron el estudio de grabación como un dispositivo más creativo que como un mero sistema para capturar el sonido. También se ha visto en la industria del videojuego, y este es el signo de que verdaderamente un arte está madurando.

A menudo, este catalizador es un avance técnico. Las cámaras de grabación cinematográfica más ligeras y con mayor facilidad de transporte en el caso del cine, la grabación sincronizada en varias pistas en el caso de los Beatles… siempre se llega al momento en el que alguien se da cuenta de que el objetivo de la tecnología no es lo que puede hacer por el público, sino por el artista y por las historias que estos quieren contar.

La tecnología audiovisual está más capacitada que nunca. No solo puede ofrecer 3D y 8K, mapping de proyección, proyección de láser puro RGB, paneles planos, así como dar cabida a otras técnicas y tecnologías. Podemos manejar y manipular la imagen de formas infinitas muy fácilmente utilizando medios multimedia y sistemas de control como Pandoras Box. Así que sí, podemos crear grandes espectáculos, pero es igualmente importante el hecho de que podamos experimentar y permitirnos mejorar las cosas.

Es importante porque la experimentación y la edición constante forman parte de cómo se crean las historias, y ahora podemos hacerlo a gran velocidad y con relativa facilidad. Piensa en un teatro convencional y todo lo que puedes hacer con Pandoras Box. Si algo no funciona en la sesión matinal, siempre puedes probar algo nuevo en la sesión de la tarde y volver a cambiarlo con la misma facilidad.

Cambios fundamentales

Más aún, la narración cambia de forma fundamental la relación entre el creador y su público a algo mucho más profundo. Tom Gunning denominó a los comienzos del cine como el “Cine de las atracciones‘, argumentando que el público era consciente de que estaba viendo imágenes que se habían creado para provocar una estimulación. La narrativa del cine moderno tiene como objetivo algo muy distinto: hacernos espectadores de las historias de personajes inesperados y, de este modo, lograr el truco de hacernos olvidar que estamos disfrutando de un espectáculo, aun cuando todavía estamos viéndolo.

Matt Finke, de n.o.me medienproduktion, incluso diría que el público observará las historias a través de sus propias experiencias, lo que le parece fantástico. «Ahora podemos ser muy claros contando historias, pero intentamos no ser demasiado explícitos y mantener la ambigüedad en determinados aspectos. Muéstrales la dirección y deja que el público la siga. Permíteles dejarse llevar y explorar la historia por sí mismos”.

Las atracciones inmersivas y los espectáculos exteriores de proyección lideran este cambio, pero también se exige un salto de fe y entender que una historia contada siempre tendrá un mayor impacto que los efectos que ayuden a mostrarla, pero esto no implica que el mapping de proyección sea menos relevante que el CGI de Black Panther. Ambos, utilizados de forma correcta, pueden hacer que una historia se vea potenciada sin que te distraiga de la misma.

Contar historias es parte de lo que nos define como seres humanos. Todos lo hacemos para expresar ideas, nuestro amor y recordar el pasado. Los mensajes que codificamos en las historias perdurarán mucho tiempo tras la primera vez que las contemos. Como en la Antigua Grecia y la historia de la otra Caja de Pandora, que tiene más de 3 milenios y aún hoy sigue resonando.