De vuelta sobre el sillín.

Hablamos sobre el confinamiento y los grandes retos con Lily Guo

A las cinco y media de la mañana, cuando casi nadie es consciente de que queda poco para el amanecer, Lily Guo ya está en marcha sobre su bicicleta, de camino a las aún tranquilas calles de Shenzhen, China, pedaleando a todo ritmo mientras se prepara para su próximo viaje y planea su jornada laboral.

Como te has podido imaginar, Lily no deja espacio para la improvisación.

Diez años en Christie Shenzhen

Han pasado diez años desde que Lily se incorporó a la planta de Christie en Shenzhen, con la responsabilidad de formar un equipo que estableciera los sistemas y controles financieros que aún siguen vigentes hoy en día. En realidad, la planta de Shenzhen producía menos modelos que ahora, pero en ese momento se trataba de una tarea de gran envergadura, ya que eran unas instalaciones completamente nuevas. Todo un reto para la mirada analítica de Lily. Y si la importancia de Shenzhen ha aumentado a lo largo de los años, también lo ha hecho el trabajo de Lily. Su amplio conocimiento sobre impuestos y aduanas, unidos a su naturaleza comprensiva y exhaustiva, ayudan a que ahora su equipo se encargue de controlar las operaciones regionales, una delicada tarea sobre trámites aduaneros, así como de comparar los costes de las materias primas de los proveedores de todo el mundo con el precio del producto final.

Y si eso hace que parezca que Lily está totalmente enfocada en el trabajo, nada podría estar más lejos de la realidad. Puede que sea buena en su trabajo, pero Lily Guo es mucho más que eso.

La Meseta tibetana

Además de esos paseos en bicicleta por las mañanas, y aparte del trabajo, la otra gran pasión de Lily es el cicloturismo, y tiene un viaje planeado alrededor del lago Qinghai. Nos dice que el paisaje es hermoso, pero este, el lago más grande de China, se encuentra en una hondonada de la Meseta tibetana (sí, la misma Meseta tibetana en la que se encuentra el Monte Everest). En total son unos 360 km de ruta en bicicleta a gran altitud tan desafiante que incluso tiene su propia carrera de ciclismo profesional. Una gran manera de desconectar de un trabajo tan exigente.

Pero como dice la propia Lily, “siempre me ha gustado encontrar nuevos retos, y siempre estoy buscando algo que me haga superar mis propios límites; es la manera en la que consigo mantenerme comprometida y seguir creciendo”.

Desde luego, no se aburre

Puede que hayas pensado que, cuando termine la crisis de COVID en la planta de Shenzhen, el mayor problema de Lily habrá sido el aburrimiento. Pero, de nuevo, nada más lejos de la realidad. Ya ha aprovechado lo que ella misma ha denominado sus “días de tranquilidad” para reevaluar y reconceptuar todas y cada una de las partes de los sistemas financieros, asegurándose, además, de que cuando todo vuelva a la normalidad, la parte de la organización que está a su cargo será aún más eficiente.

Es bastante común conocer a personas de este sector que manejan la teoría perfectamente pero luego fracasan cuando la tienen que poner en práctica, pero con tan solo unos minutos de conversación con ella no te queda la menor duda de que, si algo se le pone entre ceja y ceja, no para hasta que lo consigue y que es capaz de superar todos los límites y retos con los que se encuentra.

Creemos que tenemos suerte de que trabaje con nosotros en Christie, pero no sabemos si nos atreveremos a acompañarla en uno de sus retos ciclistas alguna vez.