Sarah Joyce, Directora internacional de AVIXA, nos explica por qué la imparcialidad no es discutible

No va a ser rápido, ni tampoco va a ser fácil. Pero se tiene que hacer. En algún momento, tendremos que dejar de preocuparnos por la infrarrepresentación de las mujeres (o de cualquier otro colectivo) en la industria audiovisual. Y esto sucederá porque ya no tendremos nada de lo que preocuparnos.

La parte mala es que esto aún no ha terminado.

El mentoring importa

Afortunadamente, una de las personas que más se está esforzando porque esto no se prolongue más de lo necesario es Sarah Joyce, Directora internacional de AVIXA, y nos confiesa que tres de los brazos de AVIXA, la Fundación, el Consejo por la Diversidad y el Consejo de la Mujer, son fundamentales para este propósito. La Fundación lo es porque su trabajo ofrece a las nuevas generaciones el acceso a las habilidades, educación y el desarrollo profesional a todo el mundo, y no cejarán en su empeño hasta que así sea. El Consejo por la Diversidad lo es porque permite a profesionales de distintos ámbitos y culturas mantener un diálogo y llevar a cabo iniciativas de inclusión que son muy necesarias, y el Consejo de la Mujer lo es porque ofrece una voz tanto a las mujeres de nuestro sector como porque funciona como un depósito de profesionales con experiencia que pueden guiar con éxito a las nuevas generaciones que decidan unirse al proyecto.

Una y otra vez, Sarah nos repite cómo el mentoring ayuda a mejorar al mismo tiempo la diversidad y el deseo por desarrollarse profesionalmente en la industria audiovisual, y cómo tener a alguien en quien confiar y a quien admiras a tu lado tiene un valor incomparable. Los mentores, afirma, son héroes sin capa que ayudan a que las demás personas encuentran su lugar en el sector. “Encontrar tu lugar profesionalmente ahora es más una conversación que una batalla, como antes era, sobre todo desde que hay más mujeres en puestos de responsabilidad y dirección”. Al mismo tiempo, se esfuerza en recalcar que un mentor no tiene por qué ser del mismo género, ni tiene por qué cumplir cualquier otra característica, para poder cumplir esta labor, y que únicamente importa saber ayudar a las personas a encontrar su lugar y a abrir puertas que antes estaban cerradas.

“El Consejo de la Mujer de AVIXA tiene la inclusividad como objetivo. No es simplemente un grupo de mujeres. También hay muchos hombres que forman parte de este tipo de consejos en todo el mundo y cuya actitud inclusiva nos ha ayudado a ser el Consejo de AVIXA que más rápido ha crecido. Creo que ahora existen 45 consejos de este tipo en todo el mundo, con un total de 845 miembros. Estos consejos son unos activos muy importantes del sector y, de forma general, se basan en el networking, las oportunidades de formación y el desarrollo profesional. También se produce una especie de reciprocidad: cuantos más mentores hay, más ejemplos de éxito hay a los que admirar, más sensación de comunidad se crea y menos dificultades se tendrán que afrontar”.

Normalizar la diversidad y la inclusión

El objetivo es alcanzar la verdadera inclusión por defecto en lugar de como excepción y, desde luego, el sector audiovisual parece que está abierto a ello. Este año, en el ISE, cien personas asistieron al Primer evento por la Diversidad de AVIXA, con June Sarpong, Orden del Imperio Británico y Directora de Diversidad Creativa en la BBC, como ponente principal. Tal asistencia nos muestra que existe el convencimiento, cada vez mayor, de que la inclusión no son solo unas palabras bonitas en un sitio web, sino un objetivo principal para cualquier industria saludable. El Consejo por la Diversidad de AVIXA ahora tiene más de 260 miembros que abogan por la diversidad humana, cultural y sistémica en todas sus formas mediante el mentoring y el desarrollo personal y profesional. Y, lo que es más importante, promoviendo la conciencia general de que la inclusión parcial no es, por definición, inclusión en absoluto.

Un objetivo al alcance

Estos son los cambios que nuestro sector desea y necesita. Si no los logramos, existe el riesgo de que la próxima generación de talento no se vea atraída por lo que sin duda es un sector acogedor y de vanguardia, y acabarán buscando su sitio en otro lugar.

No obstante, lo que es verdaderamente destacable es que el sector audiovisual tenga el objetivo de la inclusividad a su alcance. Ya no es una utopía o algo a lo que aspirar dentro de mucho tiempo: únicamente nos falta cerrar la mano para conseguirlo.