No importa el destino, sino el viaje.

El cine y los transatlánticos tienen más en común de lo que parece.

Ya nadie viaja en barco; o mejor dicho, ya nadie utiliza el barco como mero medio de transporte para llegar a un destino; sino que se prefiere el avión, el coche o el tren. Y aun así, actualmente los barcos reciben más pasajeros que nunca, si bien lo hacen por placer y no por necesidad.

Sin duda, los cruceros constituyen el punto de inflexión comercial más increíble de todos los tiempos. Se ha reinventado todo el sector, junto con una industria pesada de tratamiento del metal para la construcción de barcos, cuando ya no había motivos para su existencia. El avión se hizo con su mercado, así que crearon uno nuevo.

26,7 millones de pasajeros anuales

Según las previsiones del sector, 26,7 millones de pasajeros, un aumento de casi el 4 %, se embarcaron en un crucero en 2017 con el objetivo de disfrutar de la experiencia a bordo, más que de llegar a su destino. Por eso, el crucero Mein Schiff 6 de TUI Cruises tiene tres enormes salas a bordo con instalaciones que harían las delicias de los cines de las pequeñas ciudades. Cada sala cuenta con un proyector 4K Christie® Boxer 4K30 3DLP® y una solución Christie Pandoras Box que controla la distribución y gestión de contenidos. Jochen Schelper, gestor de proyectos de entretenimiento en TUI Cruises, afirma: «Nuestros clientes quieren un programa de entretenimiento de alta calidad que esté a la altura de los estándares de su vida diaria, tanto en el plano artístico como en el técnico».

Desde el círculo polar ártico hasta el Caribe

Instalar un proyector 4k en un transatlántico es la parte sencilla. Mantener su fiabilidad es lo realmente complicado, como afirma el director técnico de TUI Cruises, Torsten Hirche: «Los motores y las olas causan vibraciones continuas y, para mitigarlas, utilizamos amortiguadores y mecanismos de suspensión». Andreas Köhler, integrador de sistemas en Wärtsilä FUNA International, empresa socia de Christie, se expresa en los mismos términos: «Las vibraciones a bordo de un barco suponen un gran desafío, pero la lente del Christie Boxer 4K30 las controla de forma excepcional».

Torsten confiesa que incluso se ha colocado un Boxer 4K30 en el exterior, totalmente expuesto a los elementos, y afirma: «Hemos instalado un proyector junto a la piscina dentro de una carcasa Template con función de climatización que controla las variaciones de temperatura extremas, ya que el barco navega tanto en el círculo polar ártico como en el Caribe».

Es precisamente esta excelencia AV la que hace que barcos como el Mein Schiff 6 sean tan importantes como el propio destino y refuerza la idea de que las travesías en este tipo de cruceros están destinadas a disfrutarse, y no a soportarse.

Ir al cine es como navegar

Lo mismo ocurre en otros sectores. Una de las preocupaciones actuales de los cines es que los nuevos servicios de streaming 4k bajo demanda animen a no «salir de casa», pero no debemos olvidar que el hecho de «salir de casa» forma parte del atractivo de ir al cine.

Lógicamente, debe haber un destino apetecible (la película que queremos ver), pero el viaje (la experiencia de ir al cine), debe ser tan divertida y emocionante como la propia película.  De hecho, si se pierde la emoción del viaje, preferiremos quedarnos en casa y ver el contenido en streaming. El público tiene expectativas más altas para el cine, al igual que los pasajeros de un crucero esperan que la experiencia ofrezca mucho más que un simple camarote y una travesía segura.

En cuanto al cine, no hay motivo alguno para que no siga cumpliendo dichas expectativas, especialmente cuando todo un sector con desafíos mucho más complejos ha podido reinventarse con el lema «El viaje es tan emocionante como el propio destino».