Alimento para el alma.

Las celebraciones del Eindhoven Glow y la Catedral de Aquisgrán.

Susúrralo por las esquinas o grítalo a los cuatro vientos desde los campanarios de las iglesias: el Eindhoven Glow de este año ha sido el más exitoso de todos los tiempos. ¿Por qué? En parte tiene que ser por su amplísima diversidad: instalaciones muy discretas junto a espectáculos de luces que desde los tejados adelantaron la proeza de la proyección mapping.

Esa mezcla entre lo sutil y lo espectacular, el pianissimo y el forte, es lo que hace destacar todas las muestras de arte exitosas; y así es cómo, durante ocho días en noviembre, GLOW convirtió el centro de la ciudad de Eindhoven en un lugar electrizante y a la vez muy íntimo.

Extremos opuestos del abanico

En los extremos de este abanico se encontraban dos instalaciones, ambas ideadas por Sahara Benelux. En el extremo discreto estaba Glowie, un stand interactivo con apenas espacio para cuatro personas, pero, al mismo tiempo, preparado para causar un gran impacto emocional. Glowie solo quería conoceros para saber qué es lo que os emociona y os hace ser lo más felices posible. La verdad es que Glowie tenía la suficiente conciencia sobre sí mismo para saber que, al ser un chatbot vanguardista controlado por la voz, vivía en un mundo creado por 10 paneles LCD Christie UHD 551-L y Greenhouse Group, pero eso no le hizo cejar en su empeño, ni tampoco las colas que se formaron, ni que su pronóstico fuera tan espeluznantemente certero.

Entretanto, se servía otro tipo de “alimento para el alma” a mucha mayor escala en Confluence, en el cercano Catharinakerk, un edificio neo-gótico construido por Pierre Cuypers. Aquí, formas virtuales de luz bailaron a través de cristal tintado victoriano y sobre arquitectura afiligranada en un espectáculo de proyección mapping creado por  Ocubo e inspirado por las confluencias de los múltiples ríos y arroyos neerlandeses. El efecto fue emocionante e inspirador, pero su preparación fue complicada debido al oscuro enladrillado tradicional de la iglesia. Se necesitaron doce Christie D20WU-HS (los proyectores de láser fósforo 1DLP® más brillantes y ligeros disponibles) para poder llevar a cabo la proyección en esta superficie compleja e implacable.

Toda una tradición

Además, en los últimos tiempos, la proyección sobre arquitectura eclesiástica europea se ha convertido en una especialidad para Christie. Cuando una de las catedrales más antiguas de Europa, la catedral de Aquisgrán (Der Dom), celebró su cuadragésimo aniversario como Lugar Patrimonio Mundial de la UNESCO a principios del mismo mes, fueron 14 proyectores Christie Boxer 4K30 los que hicieron los honores, esta vez proporcionados y manejados por Publitec. Der Dom sobrevivió (de milagro) tanto al Incendio de Aquisgrán de 1656 como al bombardeo aliado de la Segunda Guerra Mundial, fue fundada por Carlomagno en el siglo octavo y es el lugar donde reposan sus restos, por lo que tiene mucha historia que contar, tal y como descubrieron 40.000 absortos espectadores en nueve noches.

Lo impresionante de estos proyectos es que todos responden a la necesidad artística y muy humana de entender nuestro lugar y la historia mundial. Sí, pueden ser espectaculares o, en ocasiones, irreverentes, pero todos ellos aceptan que no es suficiente intimidar a una audiencia con tecnología o entretenerles con efectos visuales: para triunfar tienes que conectar con sus almas.

Lo que nos hace preguntarnos: con todos estos espectáculos en antiguas catedrales y confesionarios chatbot, ¿está nuestra industria descubriendo un lado espiritual?