El Elma Arts Hotel.

De icono del brutalismo arquitectónico de los sesenta a símbolo del siglo XXI israelí.

El Mivtachim Sanitarium, en Zichron Ya’akov, es una de las construcciones más decididamente modernas de Israel. Edificado siguiendo los principios de la arquitectura brutalista y los ideales socialistas, su propósito original fue el de servir de lugar de reposo a quienes se afanaban en la construcción del país o trabajando sin descanso en el kibutz.

El edificio nunca fue lujoso ni pretendió serlo. Tras su cierre como sanatorio en 2004, su futuro en el Israel moderno no estaba del todo despejado. Los planes iniciales contemplaron su demolición o su remodelación total, por lo que se temió que el icónico edificio asomado desde las alturas al Mar Mediterráneo se perdiera para siempre. Finalmente, una mecenas, llamada Lily Elstein, y la presión pública lo salvaron.

Rara vez la arquitectura brutalista, con sus características construcciones de hormigón armado, conquista el cariño del público. Sin embargo, en esta ocasión lo consiguió.

Nacimiento del Elma Art Hotel

La alegría se hizo patente cuando el arquitecto Rani Ziss, Lily Elstein y Amnon Rechter —hijo del arquitecto original Jacob Rechter— presentaron sus planes de conservar el exterior del edificio y convertir su interior en un hotel de ochenta habitaciones, dotado de un moderno auditorio, espacio para eventos y una galería de arte. Nacía el Elma Arts Hotel.

Cada una de las habitaciones del nuevo hotel ocupa dos del antiguo, y francamente espartano sanatorio. Pero la diferencia la marcan las dos salas de conciertos. La mayor, con aforo para 450 espectadores, cuenta con un órgano de tubos —una rareza en Israel— y una importante inversión en AV para equipar la sala de conciertos con estándares internacionales.

Espacios escénicos equipados por Christie

El integrador israelí Barkai y el partner de Christie AVCOM se encargaron de suministrar e instalar los sistemas de todo el edificio. Lo que en el caso del Elma Hall y de un espacio más reducido denominado “The Cube” se tradujo en el uso de un Christie DHD800 HD DLP para las tareas de proyección.

El Elma Hall está diseñado como sala de concierto de tipo “caja de zapatos”. Tiene un escenario modular y pone el acento en la flexibilidad. El proyector va instalado en una plataforma en el techo, evitando interferencias visuales sea cual sea la representación; en el espacio más íntimo del Cube, las capacidades plug and play del modelo ayudan a los artistas visitantes a lograr excelentes resultados.

Renacido y reimaginado

Ese énfasis en los aspectos artísticos y en la calidad se debe en gran parte a Lily Elstein. Poseedora de una fortuna propia y bien conocida en Israel, se sienta en los consejos de un gran número de instituciones culturales, entre ellas el Tel Aviv Museum of Art. Elstein es la principal inspiradora de esa mezcla de arte elevado y lujo a partir del esqueleto de un sanatorio de los años sesenta que muy pocos pensaron que pudiera sobrevivir.

Gran número de obras de la colección de arte de Lily Elstein cuelgan ahora de las paredes del hotel, cuya reputación no deja de crecer, en gran medida gracias a los artistas que los dos espacios escénicos atraen.

Los huéspedes del Elma Arts Hotel acuden a él fascinados por su arquitectura, por el arte, y por la oportunidad de alojarse en un elemento emblemático de la historia de Israel. También por las vistas al Mediterráneo que ofrece y por sus lujosos alrededores.

Pero se van con una mejor comprensión de la importancia del papel que el arte puede llegar a desempeñar en la creación de una nación.