Una conversación geek con Terry Schmidt, director científico

Creando nuestro mundo. Por qué Terry Schmidt se sigue arriesgando con 71 años

Hablamos con Terry Schmidt, el director científico que más tiempo lleva trabajando para Christie. Hace lo que todos los grandes innovadores hacen, aunque él afirma que solo es “un ingeniero que resuelve problemas”. Si después buscas su nombre en Google y ves la cantidad de patentes que hay registradas a su nombre, te das cuenta de por qué en Christie tiene el apelativo cariñoso del “abuelo de la proyección digital”.

Es muy difícil encontrar a alguien que haya trabajado más para hacer que la proyección digital sea la tecnología tan fiable y extendida que conocemos hoy en día. Nos comenta que todo comenzó porque lo único que quería era mejorar aquello con lo que trabajaba para hacerlo funcionar mejor de lo que nadie lo había conseguido nunca.

Veamos, por ejemplo, la patente con el ingenioso nombre US9.462,241B2. Presentada junto a Simon Guthrie, esta patente describe una manera rápida de enlazar las capacidades de encendido y apagado de un chip DLPÒ con la velocidad necesaria para que las fuentes de luz sólidas como el LED puedan aumentar o disminuir la entrada y la salida de corriente. Terry observó que si lograba hacer que funcionaran juntos correctamente prediciendo de manera anticipada la cantidad de luz que el DLPÒ iba a necesitar para una imagen concreta, y si se aseguraba de que la fuente proporcionara los lúmenes exactos, podrían suceder dos cosas.  Para comenzar, necesitarías menos potencia de iluminación para lograr el mismo brillo, ya que el DLPÒ recibe exactamente la luz que necesita, fotograma por fotograma. Esto significa que el ciclo de vida de la fuente de luz aumenta, los costes de operación se reducen y que se pueden utilizar fuentes de luz más baratas. Una vez que se tenga un control de la iluminación fuente por fuente (ya no se producían los extremos de un brillo cegador y de una oscuridad que no se distingue nada), Terry podía poner en práctica todo su conocimiento, lo que incluye un mejor desempeño de oscuros, un rango dinámico más amplio y un control del color mucho más eficiente. Ahora, estos grandes avances se dan por hechos en los productos Christie, pero simplemente no existirían sin el trabajo pionero de Terry y sus compañeros.

Inventos prácticos para personas prácticas

Ahora, este ejemplo puede sonar un poco extraño, pero Terry nos explica que la preferencia, tanto suya como de Christie, es siempre que la gente práctica encuentre soluciones prácticas y disponibles. “Nunca me ha gustado mucho la idea de planear, planear, y planear y finalmente ejecutar dicho plan”, nos dice, “porque rara vez sale bien a la primera. Me gusta planear lo justo, construir algo, ver dónde presenta problemas, y después volver a planear y seguir construyendo”.  Parece que hacer que las cosas funcionen mejor que nunca conlleva dedicar una increíble cantidad de tiempo en la mesa de laboratorio.

Así que tenemos suerte de que a Terry le guste trabajar de este modo. De hecho, le gusta tanto como para jubilarse, viajar por el mundo, y volver a la acción en Christie para continuar registrando patentes y recibiendo elogios. Nos dice que disfruta los retos y que le encanta el grupo de personas con el que trabaja, y que, por ningún motivo, se perdería la oportunidad  de participar en la creación los láser y la inteligencia artificial tan prometedores que parece que el futuro nos depara.

¿Se ha implantado su propio invento?

Otra de las patentes de Terry que nos llama mucho la atención es una preciosa obra de ingeniería que cambió la concepción de la iluminación convencional. Se trata de un circuito de retroalimentación óptico basado en filtros de espejo IR que mantiene el brillo de las luces a lo largo del tiempo. No importa cuánto tiempo permanezcan encendidas, ya que siempre conservarán su brillo de manera constante.

Últimamente, hemos empezado a sospechar que Terry Schmidt puede haberse implantado su propio invento, ya que, a la encomiable edad de 71 años, sigue al pie del cañón aprovechando su habilidad para imaginar grandes ideas y ponerlas al alcance de todo el mundo.

Que brille durante mucho tiempo.