Cómo Belinda McCabe encontró el mejor trabajo del mundo

En el último escalón del rellano del tercer piso, en la angosta escalera que llevaba hasta el ático del antiguo edificio de estilo georgiano, Belinda McCabe tuvo la certeza de cuatro cosas: que estaba cansada, que llegaba tarde, que le dolían los músculos y que el trabajo en el mundo audiovisual era el mejor del mundo.

No importaba que, en origen, este proyector se instalara para un evento que celebraba la elección de Sligo había sido elegida la Capital Europea de Voluntariado, ya que ella tendría que bajar de nuevo todas las escaleras; este era, indudable y definitivamente, el mejor trabajo del mundo.

La parte mala

Y esa es la parte mala de este negocio, los actos y los eventos. Las horas se hacen largas y raramente entretenidas, las fechas de entrega son despiadadas y el trabajo es duro, pero no hay nada que se le compare. Hazlo una vez y te será difícil no querer repetir.

Como para mucha gente del sector, el camino de Belinda hacia el mundillo audiovisual no estaba exactamente planeado. Estudió Bellas Artes Audiovisuales en la Escuela Nacional de Arte y Diseño de Dublín, y, poco atraída por “diseñar calzado”, soñaba con ser profesora de arte, hasta que un encuentro fortuito con “un hombre con una pequeña empresa audiovisual” la introdujo en un negocio que podía ofrecer a una joven irlandesa con inquietudes artísticas más diversión que los dibujos de calzado.

Una cara familiar

Y por eso, gracias a sus trabajos en Ion Solutions y HubSpot, ahora Belinda es una cara familiar en el sector audiovisual irlandés. En cualquier caso, ella sabe que una vez este fue un ámbito laboral dominado por hombres. “Me miran raro en el bar después del espectáculo, pero seguramente se deba a que llevo pantalones de trabajo y a que no apago la linterna frontal. La verdad es que este trabajo requiere de una buena forma física, pero fuerza bruta es lo último que se necesita. Si mantienes la calma ante plazos de entrega ajustados, los montajes siempre salen bien”.

Porque un mejor diseño conlleva que el equipo de trabajo cada vez sea más ligero. Se necesitan dos personas para colocar correctamente los proyectores 4K30 utilizados en Sligo, así que, a pesar del añadido de las cajas de instalación, fue un buen trabajo en equipo, y no la “fuerza masculina”, el que los colocó en su sitio.

Sangre nueva en el negocio audiovisual

A lo mejor es porque nuestra industria es proclive a acoger buenas ideas y casi siempre se acepta el trabajo de mujeres con talento, pero aún hay algo de cierto sobre la percepción de que, si eres hombre, ya llevas ventaja. El estilo masculino de “soy el ‘pipa’ de un grupo”, con el que mucha gente entra en el negocio, puede que tenga que ver con ello, aunque es algo que está cambiando con mayores oportunidades y estructuras, como el apoyo de Christie a la Escuela Nacional de Cine y Teatro del Reino Unido y el trabajo realizado por WAVE – Mujeres en el Sector Audiovisual.

Pero Belinda cree que es en la educación donde se puede marcar la diferencia, en términos tanto de igualdad como artísticos. La primera vez que vio un Pandoras Box fue en la universidad, y usó la función Venue Sites para visualizar de manera completa el escenario, la instalación y el montaje del espectáculo en tiempo real mediante modelos 3D. Desde entonces, ha profundizado en su conocimiento de Pandoras Box, pero, sin ese primer contacto, duda de que hubiera podido hacerlo por sí misma.

¿Una explosión creativa?

Esto también enlaza con la explosión creativa del mapping, que Belinda cree que detonará pronto en las facultades de arte. Los estudiantes que habían tenido contacto con tecnología y sistemas audiovisuales de vanguardia pueden ver lo que consiguen, y pensar que cada pedacito de proyecto audiovisual es igual de apasionante y gratificante como ser guitarrista en una banda. Esta es una generación que no entiende el contenido y la manera de presentarlo como diferentes. A su juicio, ambas están hechas del mismo material creativo. Con un potencial que tan solo acaban de comenzar a explorar.

Es interesante la opinión de que el ámbito audiovisual debería buscar jóvenes al igual que hace la industria de la música, que busca diamantes en bruto listos para ser pulidos.

Y sin duda en Irlanda existe un creciente apetito de talento. La industria audiovisual está en plena ebullición aquí, y muchos de sus principales actores, como Ion Solutions, buscan expandirse hacia Europa continental. Tan solo eso significaría acercarse a la búsqueda de talento, tanto creativo como técnico. La propia Belinda admite que ella “lo hizo todo bien sin saberlo”, sin ni siquiera saber que esta era la carrera perfecta para ella. Ion Solutions la encontró y vio su potencial, pero lo preocupante es que ella y muchas otras mujeres podrían perder fácilmente su oportunidad en este mundo.

¿Y qué pasa con el futuro? Hay un gran interés en gestión de producción y el trabajo en el escenario internacional. Pero la veinteañera Belinda sabe que hay una nueva remesa de nueva tecnología aún por surgir, a la que está deseando ponerle las manos encima antes de apagar su linterna frontal, colgar el equipo de instalación, y decirle adiós al mejor trabajo del mundo.